Mariposa, yo...
Palpita...
Palpita la mariposa
sagaz en tu pecho,
busca y encuentra
lo ancho de tus venas,
se sumerge en el universo
de una gota de tus sueños.
Vuela...
Vuela y se aleja
buscando lo profundo
del arroyo seco,
rastreando la huella
de un océano muerto,
siguiendo la línea
de un trueno indefenso...
Agotada, regresa a tu pecho...
Aletea suavemente
sobre tus labios inertes,
ronda palabras
en sus alas revuelo,
contempla lo exánime
aboca sus besos,
y se duerme triste,
sobre su silencio...
Alas que generan vientos
caricias de ensueño,
surcan sus flancos
entre espuma y cielo.
Se acerca a los astros,
bebe de su consuelo,
allí pierden sus alas
valor para el vuelo,
allí muere sola
en la pequeñez del firmamento,
allí musita a tu oído:
Te quiero...
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