Siete letras
No te nombro,
solo te pienso
y queda tu nombre
marcado
como señal de fuego,
arde en mi piel,
aunque no te nombro
aunque solo te pienso.
Mis labios sellados
musitan tu recuerdo,
tu nombre entre ellos
acaricia mis ensueños.
No te marches
quédate allí,
que así
mi dolor recompenso,
aunque no te nombro
aunque solo te pienso...
El desamor, sangra y versa el dolor
ResponderEliminarMil gracias por su comentario, espero le haya gustado la poesía.
ResponderEliminarSaludos, MM