Te busqué

 

Te busqué en la noche 
nublada de estrellas,
en la luna desnuda
carente ya de velos,
en un horizonte 
tapizado de negro obscuro
y en la tormenta
que descargaban los cielos.

Te busqué en cada esquina
de mi habitación,
en la pared lisa 
de un sueño,
en la soledad de soledades
y en la caja de un reloj
que se niega a marcar su duelo.

Te busqué tras el escudo 
de Perseo,
en la gota seca
en la rosa que murió de pena,
entre pliegues de cortinas
mecidas por el viento
y bajo la luz opalina
que irradia de deseos.

Te busqué...

Y tarde te encontré,
en las neuronas 
de mi cerebro,
en la substancia gris
que da vida a tu verbo,
encontré muchas palabras tuyas
y un lacónico recuerdo...