Estampa vacía

Tú eres
quien conoce 
como nadie mi alma,
pues te la mostré desnuda
sin velos ni vestidos,
sin que una nube 
la ocultara,
sin túnica 
que la arropara
sin un silencio,
que la callara. 

Tú supiste mejor 
que nadie 
descifrar sus páginas,
deducir sus colores
intuir sus sabores,
te la manifesté temblorosa
llena de miedos 
y fríos,
te revelé su abecedario
y su calendario baldío.

Tú sabías
de sus más íntimos lugares,
sus paredes 
y sus esquinas,
sus límites 
sus sombras 
y sus luces,
cuando los ríos 
de la luna
rebasaban sus orillas.

¿Ahora?
Ahora que te marchaste
quedé a la deriva
¿Tengo alma?
Soy figura vacía,
acompañó tu andar
pues yo,
te la regalé un día...