Eternidad, nuestro enigma
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| Lienzo: La danza de las Horas, detalle. Edward J. Poynter |
ha perdido su silencio,
las Horas danzan lentas
el minutero gris,
pena tu demora.
Dime,
¿En qué vergel
te pierdes,
que rosa
te entretiene?
Si el reloj
sepulta su eco
en el féretro de su madera,
si la campana muda
desde su torre ya no canta,
atiende...
Recuerda la cita
no olvides
que te espero,
traigo bajo el brazo
hoja blanca
pluma y tintero.
En lo alto
esperan astros
que resguardan
mis sueños,
un baúl
cargado de fantasías
mil ilusiones de saber,
que la eternidad
no es sepulcro
es morada,
una habitación
llamada,
tuya y mía...
Lo mejor que he leído tuyo desde hace meses, Erato, magnífico...
ResponderEliminarLástima que la Eternidad, tenga a veces el perfil ´indiluíble’ de una mujer.
¡Enhorabuena poeta!
Muchas gracias por ese comentario, aunque no hay peligro que la alumna supere al profesor.
EliminarSaludos.
“...la eternidad no es sepulcro es / una habitación / tuya y mía...”
ResponderEliminarQuién necesita de la eternidad teniendo “la más leve de tus sonrisas” en cada trazo de tu pluma poeta.
Exquisitos versos María Mercedes. Es siempre un placer beberse, gota a gota, el vino sobre tu mesa.
🦋🌹🦋
Elegante tus palabras poeta. Muchas gracias!
EliminarSaludos, MM