Un halo en tus manos
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| Lienzo: Júpiter y Thetis. Jean Auguste Ingres |
cuantos luceros
te acompañan,
porque tus pasos
nunca,
junto a los míos
han marchado,
no pude contemplar
las horas
en que las lunas
besaban tu espalda,
cuantos de sus rayos
en mimos,
se aferraron a tus manos...
Yo solo sé
que la Luna
es tu enamorada,
que un halo de sol
marchita
y la flor desmaya
a tu pasada,
que la rosa desvanece
exhala su color
ante tus pisadas...
¿Y yo?
Cómo hubiera querido ser
el verbo que tú desgranas,
ser y morir,
la humilde sombra
de tus mañanas...
Caray, poeta, qué tiernecito. Vas a sumir en la tristeza perenne a todos tus lectores, jajajajaja.
ResponderEliminarY tus ilustraciones, como siempre, soberbias.
Ya te imaginas a todo twitter llorando (jajaja)
EliminarQué fantasía. Muchas gracias por comentar.
Me encantó por la forma no ortodoxa de los versos, figuras líricas muy bellas.
ResponderEliminarLa ilustración fiel reflejo de las palabras.
Gracias Felisa, es un honor tenerte siempre por aquí.
EliminarSaludos, MM