Albo y níveo, como tu alma


Lienzo: Retrato en blanco. Ken Hamilton.

Me desperté soñando
recostada
en mullida almohada,
era tu alma
inmensa cavidad iluminada,
de lirios y rosas blancas…

Todo era silencio…
Me sentía arropada…
Llenaba el vacío 
un silabario de amores
y contradicciones…
El tiempo estancaba
nada apuraba,
aunque un minutero apresurado
lanzaba su tic-tac dolorido
por los aires,
plumas flotaban por doquier 
suaves y filosas
como dagas…

Calma reinaba
en la estancia,
sus paredes reflejaban 
penas y ansias,
y aun así 
era mi almohada 
blanda y dorada,
era tu alma 
en la que en sueños,
reposaba…

PD: Una canción acompaña mi poesía…

Comentarios

  1. ¡Bellísimo, doña Mercedes! Estoy empezando a admitir que tu uso impropio de las formas verbales constituye una parte esencial de la armonía de tus versos.

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    Respuestas
    1. Eso ya es un gran paso don Julián!! Jajajaj
      Muchas gracias por su comentario,
      saludos, MM

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