Espera…te voy a contar un cuento…
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Lienzo: Buscando estrellas. Christian Schloe. |
Espera…te voy a contar un cuento…
Érase una vez
la más hermosa de las estrellas…
Hoy solo hay
párpados soñolientos
que no quieren despertar,
tu voz
que me susurra al oído
que una estrella erra,
perdida en mi jardín…
Amor…
La tengo entre mis manos
no vagabundea entre rosas
ni se perfuma con jazmín,
la escogí para morada
cuando nuestro respirar
descanse en el ocaso,
cuando el alma alada
quiera,
en lo alto levitar…
Si…una estrella…
Tu morada y mi morada…
Ya pinté sus paredes de blanco
para recordar
la casita de dos cuartos,
no hay lámpara de gas
pero si dos luceros
de faldas opalinas,
ventanas amplias, cristalinas,
donde podemos ver la luna
con los astros coquetear.
Un cuarto pequeño está reservado
solo para nuestros sueños,
de azul unté sus paredes
los anaqueles
ya los voy llenando,
en una esquina
cuatro libros negros
llenos de tristeza,
otros cuatro grises
llenos de pobreza,
para no olvidar
lo que tuvimos en tierra,
el resto está vacío
para dar lugar a nuestra fantasía
a tu música y mi musa
al amor y la alegría…
Una estrella de morada
que ya tengo en mis manos,
para empaparse de amor
día por día,
las habitaciones
ya se van llenando,
ya todo de ti
lo voy amoblando…
Érase una vez
la más hermosa de las estrellas…
Hoy solo hay
párpados soñolientos
que no quieren despertar,
tu voz
que me susurra al oído
que una estrella erra,
perdida en mi jardín…
Amor…
La tengo entre mis manos
no vagabundea entre rosas
ni se perfuma con jazmín,
la escogí para morada
cuando nuestro respirar
descanse en el ocaso,
cuando el alma alada
quiera,
en lo alto levitar…
Si…una estrella…
Tu morada y mi morada…
Ya pinté sus paredes de blanco
para recordar
la casita de dos cuartos,
no hay lámpara de gas
pero si dos luceros
de faldas opalinas,
ventanas amplias, cristalinas,
donde podemos ver la luna
con los astros coquetear.
Un cuarto pequeño está reservado
solo para nuestros sueños,
de azul unté sus paredes
los anaqueles
ya los voy llenando,
en una esquina
cuatro libros negros
llenos de tristeza,
otros cuatro grises
llenos de pobreza,
para no olvidar
lo que tuvimos en tierra,
el resto está vacío
para dar lugar a nuestra fantasía
a tu música y mi musa
al amor y la alegría…
Una estrella de morada
que ya tengo en mis manos,
para empaparse de amor
día por día,
las habitaciones
ya se van llenando,
ya todo de ti
lo voy amoblando…
(Mi amor hasta la eternidad)
PD: Una pieza musical acompaña mi poesía…
Gracias, hoy necesitaba leer algo así de bonito.
ResponderEliminarAlgo así como un cuento? Hay tantos por contar…
EliminarMuchas gracias Agapxis por tu fiel lectura.